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¿TE GUSTA QUE UNA CAJA DE BOMBONES TE SORPRENDA CON UN NUEVO SABOR?

Decía Forest Gump que “la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar….”. Yo pensaba el otro día que, la vida, es como aquel cajón desastre que la mayoría tenemos en casa o en la oficina, aquél que cuando consigues arreglarlo, no sabes cómo, se vuelve a desordenar….

La verdad es que cualquiera de las dos metáforas me sirve para esta pandemia que estamos viviendo a mí me pilló ordenando el cajón de mi vida, pensando en qué necesitaba para arreglarlo, para poner cierto orden… ¿quizás aquellos separadores que venden en Ikea para compartimentarlo todo? Pues bien… nada de lo que estaba pensando me sirvió cuando nos confinaron. Muchos de mis pensamientos dejaron de tener sentido y muchos de mis sentimientos encontraron respuesta en un precioso, aunque forzado momento de recogimiento que me aportó la calma desde hacía ya un tiempo anhelaba, pues la vida se me antojaba que pasada muy deprisa, demasiado deprisa… y tuve ese momento de calma, de tener que parar quisiera o no quisiera…, a pesar de todo el trabajo que se nos vino encima, obtuve mi calma, mi momento y la distancia que necesitaba con el mundo.

Sea como fuere, no me esperaba encontrar esta situación; era como si hubiera estado desando comerme un bombón de trufa y al coger uno de la caja de mi vida, al quitarle el envoltorio y comérmelo, hubiera descubierto que en realidad era un bombón lleno de licor de aquellos que no me gustan pero que explosionaba en mi boca al morderlo y me descubría sensaciones inesperadas… las mismas sensaciones que experimentaba al reencontrarme, aunque fuera a distancia, con mi familia y amigos cada día, al hacerme redescubrir lo que era verdaderamente importante para mí. La pandemia ha significado cambios importantes, soledad, tristeza, pérdidas para muchas personas… también para mí y al mismo tiempo me ha unido más a los míos, me ha dado espacio, me ha permitido recuperar viejos hobbies, me ha conectado con lo importante de mi trabajo. No sé si me ha dado más que lo me ha quitado pues ha sido un año duro…. o lo que me ha dado ha sido y es importante para mí. Al final el universo te da lo que necesitas aunque ni tú mism@ lo sepas escuchar… y, cuidado, porque si no estamos atent@s, nos lo volverá a traer hasta que aprendamos. Y no hace falta una pandemia para ello, cualquier cambio puede traerte a una situación similar.

Así que al final, no importa planificar tanto; al final siempre hay un bombón que no esperas encontrar y te sorprende.